Cuando nos introducimos a fondo en la historia de Ciencia Tomista y en su desarrollo
a lo largo de estos cien años constatamos con entusiasmo el rigor y la valía intelectual
de sus colaboradores. Merecen ser destacados, a este respecto, numerosas personalidades.
Su escritura inteligente permanece como un legado de ideas y aportaciones nada despreciables
en estos momentos en los que asistimos a un cierto ‘desierto teológico’ y a una
excesiva fragmentación del pensamiento. Muchos de los que nos han precedido fueron
abriendo nuevos caminos. Hoy nos siguen enriqueciendo con sus aportaciones. Merecen
nuestro mejor homenaje. En esta sección iremos presentando a las diversas personalidades
que, por un motivo y otro, han estado en relación con la revista a lo largo de estos
cien años.